Entre el trabajo, la familia y la vida social, posiblemente nos cueste mucho sacar tiempo para entrenar. De ahí que a veces el mejor horario para salir a correr sea por la mañana, a primera hora el día. ¿Pero es esta la opción más ventajosa? En realidad no hay una franja concreta que sea más beneficiosa que otra. De lo que se trata, en definitiva, es de sacarle el mayor provecho posible a las sesiones de running.
Sin embargo, sí que están comprobadas las ventajas de correr temprano para nuestro organismo.
Los beneficios y ventajas de correr por la mañana
Son muchos los beneficios que tiene el running matutino. A continuación te detallamos los motivos por los que deberías ponerte las zapatillas y la ropa de correr nada más despertar.
- Regularidad: la gente que sale a correr recién levantado consigue ser más consistente en sus entrenamientos. Adquiere el hábito y le resultará más complicado abandonarlo. Esto resulta crucial en la consecución de objetivos, ya sea para adelgazar o para mejorar un tiempo.
- Empezar el día con más energía: entrenar a las 6 de la madrugada o cuando se hayan puestos los primeros rayos de sol te ayudará a comenzar la jornada con mucho más ánimo. Tendrás la impresión de que ya has hecho una parte de los deberes que te habías marcado y aunque no lo creas, conseguirás incrementar tu agudeza mental durante el día. Serás mucho más productivo en el trabajo.
- Control de la alimentación: los corredores más madrugadores tienden a sufrir menos hambre a lo largo del día. Se desconoce si esto es producto del propio entrenamiento o si es fruto de un cambio mental que adquiere el runner en su intento por llevar una vida lo más saludable posible. Es raro ver a un deportista entrenar en ayunas y atiborrarse de dulces al término de la sesión. No suele encajar con sus planes.
- Mejor calidad de sueño: salir a correr a una hora temprana nos aportará ventajas en el descanso nocturno. Durante las primeras horas el cortisol estará más elevado, reduciéndose a medida que pasa la jornada. Cuando llegue el momento de meterse en la cama no tardaremos tanto en conciliar el sueño. Además, a diferencia de entrenar por la noche, el organismo no estará tan activo y tardaremos mucho menos en dormir.
- Periodo de relajación: ejercitarse a primera hora, sin apenas gente y sin tráfico, te resultará mucho más placentero que hacerlo más tarde, cuando los parques y paseos se encuentran excesivamente concurridos. Aprovecha este periodo para poner al día tus ideas y planificar la jornada.
- Organización: la gente que tiene dudas sobre a qué hora salir a entrenar, es posible que al final opte por quedarse en casa. Y es que cuando lo dejamos todo para última hora, siempre acaba surgiendo algún imprevisto que trastoca nuestros planes. Si somos capaces de hacerlo por la mañana, en algunos casos incluso puede darse el caso de que dispongamos de tiempo libre más adelante y tengamos la posibilidad de hacer gimnasio por la tarde, en una jornada muy productiva de doble sesión en donde tengan cabida la carrera y el trabajo de fuerza.
- Sacar un mejor partido al entrenamiento: salir a las 7 de la mañana a correr te permitirá evitar el calor en verano. Tu rendimiento no será verá tan mermado cómo si estuvieras ejercitándote en las hora de más luz. Otra cosa bien distinta es en invierno, cuando el frío puede azotar con mucha más fuerza y a primera hora de la mañana es casi de madrugada. Para no sufrir posibles tirones o molestias, no dudes en calentar y en trotar un poco antes de ponerte a correr.
¿Qué comer antes de correr por la mañana?
Cada corredor adquiere unos hábitos en busca de su bienestar y en la consecución de una serie de beneficios. Siempre se había recomendado tomar algún tipo de alimento antes de practicar cualquier tipo de ejercicio, pero desde hace un tiempo cada vez son más los que optan por entrenar en ayunas y dejar el desayuno para más adelante.
A primera hora, nada más levantarse, a algunos les cuesta mucho comer unas tostadas o un bollo. También es posible que no digieran del todo bien el desayuno antes del esfuerzo físico, así que optan por salir con el estómago vacío. Como es lógico, esto solo es aconsejable cuando se traten de sesiones de menos de una hora, que no requieran demasiada intensidad.
Muchos corredores tienen la duda de qué comer antes de salir a entrenar, sobre todo para rendir mejor y no padecer molestias en el estómago. Una café solo, un panecillo con mermelada o aceite o incluso algo de bollería, y una pieza de fruta puede ser un desayuno suficiente para dotarle al organismo del suficiente combustible. Para media mañana puedes añadirle un yogur, otra pieza de fruta o unos frutos secos. No obstante, en la medida de lo posible, procura tomar alimentos que te sienten bien, que no te vayan a causar pesadez o malestar.
A la hora de cenar también deberías apostar por algo ligero, que te ayude a dormir con facilidad y así no tengas problemas para levantarte al día siguiente. Los que se decidan a entrenar en ayunas, deben saber que durante los primeros 50 minutos el organismo ‘tirará’ del azúcar almacenado en el cuerpo para soportar el esfuerzo. A partir de ese periodo recurrirá a la grasa, lo que según algunos, es lo que ayuda a bajar de peso.
Claves para convertirse en un corredor de mañanas
No es tan fácil convertirse en un corredor matutino de un día para otro. Requiere posiblemente de un periodo de transición. Hay una serie de recomendaciones que te pueden venir de maravilla para tu puesta a punto.
- Incorpora el horario de manera paulatina: si no estás acostumbrado a madrugar te costará mucho despertarte a primera hora para entrenar. Lo ideal sería hacerlo una vez a la semana para ir gradualmente añadiendo otros días con el paso de las semanas. Es una manera para que el cuerpo se vaya adaptando y no se resienta ni acabes malhumorado por la falta de sueño.
- Déjalo todo preparado: la noche anterior prepara la ropa, el calzado y el desayuno si es preciso para que te cueste mucho menos salir a entrenar. Se trata de crear la menor resistencia posible y facilitar la labor.
- Procura correr acompañado: tiene muchas ventajas correr con un amigo o compañero de tu nivel. Además de pasar un rato agradable, te servirá para motivarse cuando no tengas ganas de ejercitarte.
- Acostarse más temprano: si tienes claro que las mejores horas para entrenar son por la mañana, en ese caso deberías obligarte a acostarte más pronto. El cuerpo necesita al menos siete horas descanso a diario. Si no quieres sufrir al día siguiente las consecuencias de esto, lo mejor es cenar pronto, ver un poco la televisión y meterse en la cama temprano.
- Tómate tu tiempo: no hace falta levantarse de la cama y salir a toda prisa a correr. Debes preparar a tu cuerpo y mente para ese esfuerzo. Ten en cuenta que viene de estar unas cuantas horas inactivo, y que suele costarle un poco arrancar. Aprovecha para desayunar, mirar un poco el móvil, hacer alguna tarea por casa o hacer un calentamiento activo antes de salir.
- Mejor en verano o primavera: siempre será más sencillo levantarse temprano en los meses de más luz, cuando las jornadas son más largas. Siempre resulta más placentero correr de día que hacerlo de noche con el frío.
- Márcate un objetivo: sigue en todo momento los consejos de expertos, que puedan asesorarte sobre tus entrenamientos y tus necesidades. Es importante motivarse y marcarse objetivos a medio-largo plazo, ya sea participar en una carrera o simplemente perder unos kilos de más. En muy poco tiempo comprobarás todas las ventajas que tiene este tipo de entrenamientos.
Con todo esto, ¿ya tienes claro a qué hora salir a correr para conseguir un mayor beneficio?