Si todavía no tienes claro qué es el plogging, puede definirse como la práctica deportiva que combina el ejercicio al aire libre, el running y la recogida de basura. Al tiempo que se entrena se van recogiendo de los suelos todas aquellas botellas, tapones y elementos que ponen en riesgo nuestro sistema.
Esta disciplina, que ya se ha puesto de moda en países como Suecia o Estados Unidos, resulta de lo más completa. La combinación de la carrera continua con las sentadillas y otro tipo de movimientos que se realizan cada vez que recogemos desperdicios, nos permitirán quemar en torno a las 300 calorías cada media hora. Ejercitaremos una serie de músculos que de otra manera no se trabajarían.
Por desgracia para nuestro planeta el plogging puede practicarse en cualquier lugar, ya sean ciudades o incluso en plena naturaleza, en sitios en donde llega la mano del hombre y se deja notar con fuerza. La basura está presente en cualquier lugar, y además del running, también se puede hacer un esfuerzo por reducir la contaminación con esa recogida de residuos cuando montamos en bicicleta o incluso cuando nos adentramos en el mar para la práctica de natación.
Este movimiento ya se ha extendido por más de cien países, con más de 20.000 personas concienciadas a diario para correr por el planeta, que es como reza el eslogan de esta tendencia.