El término plogging resulta relativamente nuevo para la comunidad de los runners. Surgió en 2016 en Suecia en un intento por combinar el ejercicio físico y la recogida de basura en entornos naturales. Es tan sencillo como salir a correr e ir recogiendo aquellos desperdicios que encontremos a nuestro paso.
La palabra plogging se obtiene de fusionar los términos jogging (correr) y plocka upp, que significa recoger en sueco. El impulsor de esta corriente es Erik Ahlström, que tras mudarse a Estocolmo procedente de una pequeña localidad sueca empezó a incorporar a su rutina diaria la recogida de botellas de plástico y de otros residuos con los que se tropezaba por el camino.
Origen del plogging. ¿Por qué surgió esta tendencia runner?
Preocupado por el medio ambiente, Erik no salía de su asombro ante la gran cantidad de residuos. En una entrevista a un medio local admitía que los escombros pueden permanecer en la carretera durante varias semanas sin que nadie los recoja, así que se propuso aportar su granito de arena en la naturaleza con este pequeño gesto.
En España ya tiene sus primeros adeptos, llegando a reunir a un buen número de curiosos en los encuentros celebrados en Ibiza o Málaga. Los organizadores de estos eventos tienen claro que el objetivo de este deporte va más allá de un entrenamiento por los parques contribuyendo al correcto reciclaje, sino que se pretende concienciar a la ciudadanía sobre la responsabilidad que tenemos con la ecología y el entorno que nos rodea.
No hay que olvidar que en todo el mundo se producen a lo largo de un año más de 270 millones de toneladas de residuos plásticos, de los cuales, un 3% acaban en ríos y océanos.
En qué consiste el plogging
Si todavía no tienes claro qué es el plogging, puede definirse como la práctica deportiva que combina el ejercicio al aire libre, el running y la recogida de basura. Al tiempo que se entrena se van recogiendo de los suelos todas aquellas botellas, tapones y elementos que ponen en riesgo nuestro sistema.
Esta disciplina, que ya se ha puesto de moda en países como Suecia o Estados Unidos, resulta de lo más completa. La combinación de la carrera continua con las sentadillas y otro tipo de movimientos que se realizan cada vez que recogemos desperdicios, nos permitirán quemar en torno a las 300 calorías cada media hora. Ejercitaremos una serie de músculos que de otra manera no se trabajarían.
Por desgracia para nuestro planeta el plogging puede practicarse en cualquier lugar, ya sean ciudades o incluso en plena naturaleza, en sitios en donde llega la mano del hombre y se deja notar con fuerza. La basura está presente en cualquier lugar, y además del running, también se puede hacer un esfuerzo por reducir la contaminación con esa recogida de residuos cuando montamos en bicicleta o incluso cuando nos adentramos en el mar para la práctica de natación.
Este movimiento ya se ha extendido por más de cien países, con más de 20.000 personas concienciadas a diario para correr por el planeta, que es como reza el eslogan de esta tendencia.
Qué beneficios tiene el plogging
Se le puede sacar mucho partido al plogging. Más allá del ejercicio físico, se realiza una labor solidaria que nos resultará muy reconfortante. No exigirá nada especial, solo ganas de correr y de conseguir un entorno más limpio.
- Incorpora nuevas técnicas a tus entrenamientos: el running puede llegar a resultarte un tanto monótono, pero gracias al plogging se le puede añadir un pequeño aliciente. Implica que hagamos una serie de movimientos a los que no estamos precisamente acostumbrados, como pueden ser ponerse de cuclillas o estirar el brazo para llegar hasta la basura. Es una manera más poner a prueba a nuestro cuerpo.
- Ejercicio de tonificación: realizamos un ejercicio de intensidad perfecto para tonificar piernas y glúteos, pudiendo llegar a quemar unas 300 calorías en media hora.
- La satisfacción que provoca: además de ponerte en forma y mejorar tu rendimiento cardiovascular, también tendrás la satisfacción de realizar una tarea de manera altruista que ayudará a mejorar el entorno y cuidar el medio ambiente.
- Ampliar tu círculo de amistades: cada vez son más las personas que se inician en el plogging. Las redes sociales o plataformas específicas pueden ser el escaparate perfecto para adentrarte en este movimiento. Si no hay ningún grupo próximo a tu lugar de residencia, ¿por qué no te planteas ponerlo tú en marcha? Seguro que encuentras a gente dispuesta a acompañarte en esta iniciativa y en grupo todo te resultará mucho más sencillo.
- Una nueva motivación: si el running de toda la vida te resulta monótono y necesitas incorporar nuevos ejercicios a tu rutina diaria, el plogging se presenta como una alternativa muy interesante. Olvídate de las marcas, de la velocidad o de los kilómetros, y céntrate en recolectar la mayor cantidad posible de basura a tu paso por un recorrido.
- Obligarse a realizar ejercicio: proponerse el reciclaje de residuos en un espacio natural puede ser la excusa perfecta para salir a diario a correr o a simplemente dar un paseo por la naturaleza. Los domingos es el día perfecto para reunirse con otros ploggers y realizar una ruta novedosa.
- Disminución de la contaminación en los suelos, ríos, ciudades y océanos. Además, hay que tener en cuenta los beneficios que reporta la separación de residuos para el proceso de reciclaje.
Consejos para la práctica del plogging de forma segura
Para algunos, la práctica del plogging puede resultar un tanto peligrosa. Sin embargo, siguiendo una serie de consejos conseguiremos convertirla en una disciplina de lo más segura.
- Siempre que sea posible es mejor entrenar en un espacio natural y cerrado al tráfico. De esa manera podremos ejercitarnos con tranquilidad y sin tener que preocuparnos por los coches. En el supuesto de que tengamos que realizar el plogging en alguna carretera, habrá que hacerlo con mucho cuidado, con una vestimenta llamativa que advierta de nuestra presencia, y siempre en dirección contraria al tráfico.
- La bolsa de residuos hay que alternarla de brazo. Así conseguiremos mantener el cuerpo lo más equilibrado posible y no forzaremos más de la cuenta ningún lado concreto del mismo. La tendencia es dejar siempre libre la mano con la que mejor nos manejemos, pero procuraremos variar esta tendencia. Si te resulta más cómodo puedes llevar una mochila de gomas para ir metiendo la basura.
- Emplea en todo momento guantes: puede resultarte un tanto incómodo sobre todo en los meses de más calor, pero es lo más cómodo para no cortarse con un cristal o con una pieza afilada. En el caso de que no te sientas cómodo recogiendo cierto tipo de material, lo mejor es que evites su recolecta.
- Cuidado con la espalda: hay que prestar atención al movimiento que realizamos para no forzar en exceso la espalda. Más que doblar la espalda, lo adecuado sería flexionar las rodillas y agacharse para su recogida. Evitarás posibles latigazos y estarás ejercitándote de una manera más inteligente, ya que quemarás más calorías. Ten especial cuidado, además, con aquellos elementos de cierto peso. Si es preciso pide ayuda a un compañero.
- Para no caer en la monotonía, trata de ir acompañado, a poder ser en grupo.
- Plantea un reto a tus compañeros de ruta. Intentar conseguir el mayor número posible de desechos, para luego llevarlos al punto de reciclaje más próximo. El que menos kilos recoja será el que pague las cervezas ese día.
Como acabamos de ver, el único requisito para el plogging es calzarse unas zapatillas, ponerse un par de guantes y llevar con nosotros una bolsa de basura. Será otra manera diferente de disfrutar del aire libre y del ejercicio físico.
Correr es posiblemente la disciplina que más beneficios te reporta. Verás mejorada tu capacidad pulmonar, la velocidad, resistencia, coordinación y además te notarás mucho mejor psicológicamente. ¿Has pensado en todos los beneficios que puedes sumar si incorporas el plogging a tu rutina diaria?