Si bien existe evidencia que vincula correr más rápido con una mejor salud, como por ejemplo, un menor riesgo de asma, colesterol alto y diabetes, los investigadores se apresuran a señalar que sus hallazgos no indican una causalidad. Es otras palabras, correr más rápido no siempre implica un bienestar físico y mental más saludable.
En realidad, la mayoría de los expertos en salud te dirían que el mejor ejercicio para una buena salud es el que puede hacer de manera constante. Muchos entrenadores de carreras, en realidad, combinan el entrenamiento de velocidad, es decir, correr a un ritmo más rápido, con entrenamientos en los que corres una distancia larga y lenta.
Al final, decidir si llamarte corredor o no es una elección personal. Para demostrar que eres un corredor, no tienes que pasar una prueba de velocidad o un determinado umbral. Además, para convertirte en corredor, tampoco es necesario competir ni usar zapatillas running especiales.
Si ha estado haciendo jogging durante mucho tiempo y desea seguir trotando, entonces no hay ningún problema con llamarlo de esa manera. Sin embargo, no importa tu velocidad o nivel de experiencia, puede llamarse felizmente corredor si disfrutas de la actividad física o el deporte.