Hay un momento en la vida de las mujeres que hacen running, cuando se preguntan si es seguro seguir corriendo. Nos referimos por supuesto a la etapa del embarazo, donde más allá de los cambios hormonales, lo que más preocupa es la salud del bebé. Por ello, la duda que surge a menudo es: ¿puedo practicar running estando embarazada?
Además, hacer running es una forma rápida y eficaz de darle un impulso físico y mental a nuestro cuerpo. Al igual que salir a caminar, el running lo puedes practicar en prácticamente cualquier lugar, sin mencionar que lo puedes adaptar fácilmente a tu horario.
Evidentemente hablamos de un beneficio individual, sin embargo, ¿qué pasa con nuestro bebé? ¿Qué tan seguro es salir a correr estando embarazada?
Las mujeres que están embarazadas deben hacer ejercicio todos los días al menos de 20 a 30 minutos, de acuerdo con el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos. El parto prematuro, la preclamsia, un bebé con un peso elevado al nacer y la necesidad de una cesárea, se reducen si haces ejercicio durante el embarazo.
Y eso no es todo, también puede reducir el riesgo de diabetes gestacional, e incluso ayudar al crecimiento cognitivo de tu bebé. El running, como todos sabemos, te ayudará a sentirte mejor y aliviar la ansiedad, tal vez por llevar y cuidar a un nuevo bebé.
Y, contrariamente a lo que muchos piensan, el running no inducirá el parto, aunque puede ayudarlo a superarlo. De hecho, aquellas mujeres que hacen ejercicio durante el embarazo, experimentan partos más cortos y más rápidos, sin mencionar que también se sienten más saludables después del parto y se recuperan mucho más rápido.
Esto está respaldado por la investigación sobre la actividad física durante el embarazo, donde se encontró que hacer ejercicio disminuye el riesgo de desarrollar depresión en un 67% y reduce la gravedad de los síntomas depresivos.
De acuerdo con este informe publicado en la revista Health & Fitness Journal del American College of Sports Medicine en 2020, el ejercicio semanal disminuye las posibilidades de experimentar complicaciones relacionadas con el embarazo.
Sin embargo, es importante tener en claro que si no practicabas running antes de quedar embarazada, este no es el mejor momento para comenzar. Lo que sucede es que experimentas muchos cambios en tu cuerpo. Además, tu centro de gravedad está apagado y en general no te sientes bien.
En estos casos lo recomendable es comenzar con entrenamiento de fuerza y cardio en la elíptica o en la escaladora.
Correr puede ser peligroso si tienes complicaciones durante el embarazo, como sangrado, trastornos placentarios o preclamsia. Tener gemelos también puede ponerte en riesgo de parto prematuro, lo que hace que sea imposible correr durante el embarazo.
Los expertos coinciden en que no existe ningún riesgo en mantener tu rutina de ejercicios si tu embarazo no es de alto riesgo. Es decir, el running no te provocará un aborto espontáneo, ni mucho menos dañará a tu bebé. Durante el embarazo, el bebé está mayormente aislado y cubierto.
Si decides practicar running estando embarazada, puedes comenzar a sudar más pronto y más rápido. Por lo tanto, no olvides beber mucha agua y usar ropa cómoda. En días calurosos o húmedos, es mejor permanecer adentro, particularmente si te encuentras en el trimestre, cuando la temperatura corporal alta puede causar defectos del tubo neural.
Es poco probable que el ejercicio incremente la temperatura corporal a un nivel peligroso. No obstante debes evitar los jacuzzis y las saunas, porque aumentan rápidamente la temperatura corporal por encima de los 38°C.
En superficies irregulares, debes tener cuidado ya que tu centro de gravedad irá cambiando. Si realizas entrenamiento de fuerza, concéntrate en las buenas formas. Durante el embarazo, tu cuerpo libera la hormona relaxina, que afloja los ligamentos.
Esta hormona tiene un gran impacto en la pelvis para que el bebé pueda salir. Al aflojarse los ligamentos, puedes experimentar dolor en la pelvis, o la espalda baja, además de hacer que te sientas más cansada después del running.
Además, debido a que los ligamentos están más sueltos, no son tan estables como los ligamentos tensos. Esto puede hacerte más vulnerable a las lesiones.
Por más que te encante el running, nunca corras hasta que te quedes sin aliento o exhausta. Cuando te esfuerzas al máximo, tu cuerpo desvía el oxígeno de tu bebé, lo cual no es bueno.
Si notas alguno de los siguientes síntomas, significa que te estas esforzando demasiado: