Las uñas negras es una ocurrencia común entre los corredores de larga distancia y senderismo. Si has estado aumentando tu rutina de entrenamiento, probablemente hayas empezado a experimentar algunos de los efectos secundarios desagradables pero comunes de aumentar practicar running: ampollas, tensión muscular y dolor al día siguiente, por nombrar solo algunos.
Esta es una afección en la que se forma un hematoma subungueal (sangre debajo de la uña del pie) debido a un trauma repetitivo, generalmente frotamiento o fricción en uno o más dedos. Esto deja la uña negra y a menudo, generando un molesto dolor.
En la mayoría de los casos, las uñas negras de los pies por correr no son algo de lo que preocuparse, y para algunas personas, solo sale por la mera acumulación de kilómetros (algunos corredores incluso consideran una insignia de honor), pero pueden ser molestas y muy desagradables cuando llega la temporada de chanclas.
Por eso, aquí está todo lo que necesitas saber sobre las uñas negras en los corredores.
Señales de que puedes tener una uña negra infectada:
Si el dolor y las pulsaciones disminuyen después de unos días y no hay signos de infección como enrojecimiento o hinchazón, no deberías de tener por qué preocuparte. Tu uña generalmente se caerá después de 1 a 5 meses, dejando una nueva uña creciendo debajo.
Si el dolor en el dedo del pie y la hinchazón o las punzadas persisten, es posible que debas consultar a su médico de cabecera o podólogo local.
A menudo drenarán el líquido debajo de la uña (conocido como trepanación). Es muy importante que no intentes hacer esto por ti mismo. Porque si se hace incorrectamente, corres el riesgo de dañarte el lecho ungueal y aumentar el riesgo de infección.
La uña negra de los runners puede infectarse. Si notas mal olor, aumento de pus o de líquido alrededor del área o tejido blando blanco debajo de la uña, consulta a tu farmacéutico o médico de cabecera para conocer las opciones de tratamiento.
Para prevenir hongos en las uñas o infecciones bacterianas, mantén los pies secos y usa siempre calcetines que absorban muy bien la humedad. Para ayudar a prevenir la infección, sumerge el dedo en agua salada durante 5 o 10 minutos cada día. Esto ayudará a reducir el riesgo de infecciones.
Por lo tanto, si corres con frecuencia, especialmente si recientemente ha aumentado tu kilometraje, y notas que se te pone una uña negra, no te asustes. Lo más probable es que el trauma repetitivo de golpear el suelo con tu pie una y otra vez sea el culpable.
Entonces, lo mejor si no quieres lucir una uña negra, es jugar al juego de la prevención. Lo que debes hacer principalmente es revisar tus calcetines y tus zapatillas de deporte para evitar que aparezca otra una negra en tu pie. Y siempre será una buena idea consultar a un médico para que pueda controlarlo y ayudar a tratarlo.