Quizás te has planteado en algún momento cuidar tu alimentación para perder peso o porque tienes alguna prueba u objetivo a la vista que requiera estar un poco más ligero, pero la realidad es que muchas personas ponen excusas como no es el momento, tengo ansiedad, necesito estar tranquilo/a.
La alimentación, además de la hidratación y el descanso, es fundamental para dar lo mejor de ti mismo en cualquier momento, tanto física como mentalmente. No sólo se trata de alimentarse bien por una cuestión de imagen, porque llega la operación bikini o porque no entro en los pantalones de la temporada pasada; seguir una dieta variada y equilibrada y un estilo de vida saludable harán que nos sintamos mejor y que los demás también nos vean mejor (aunque esto es lo de menos). Una dieta adecuada y elegir bien los alimentos (y suplementos incluso) antes, durante y después de un entrenamiento puede beneficiar mucho la optimización del rendimiento.
La nutrición es el conjunto de procesos por los que el organismo utiliza y transforma las sustancias de los alimentos ingeridos así que no existe mayor secreto que comer mejor (¡ojo! no menos cantidad, sino mejor). Tu ingesta energética, seas o no deportista, debe cubrir tu gasto calórico y la necesidad de nutrientes. De no ser así, y la gente que haya hecho dieta sabrá de lo que hablo, podrás sentir que desfalleces en algún momento, que tienes falta de sueño, dolores de cabeza o incluso que hay días que es mejor que nadie te hable (y más aquella compañera de oficina que está como un palillo y decide comer todos los azúcares y salsas del mundo delante de ti y oye, que sigue luciendo estupenda). Pero…. no te desanimes (¡por fa!): es imposible tener una solución universal por lo que olvídate de dietas genéricas y radicales. Tampoco existen alimentos completos que contengan todos los nutrientes en cantidad y forma que requiere el cuerpo humano por mucha publicidad que se haga de algunos.
Hay algo que quiero recalcar y es que ESTO NO ES CUESTIÓN DE PESO o no al menos únicamente. ¡Tus hábitos de vida lo son todo! Y vida sólo hay una. Existen muchas enfermedades relacionadas directamente con una mala alimentación como es la hipertensión, diabetes, alteraciones hepáticas, cáncer, caries, estrés, enfermedades del corazón y un larguísimo etcétera. Llevar un estilo de vida sano debe ser importante para todos y más aún en la práctica deportiva. El sedentarismo, el alcohol, la falta de horas de sueño, el estrés, etc., también influyen negativamente en tu cuerpo (¡pero estoy segura que eso lo sabes!).
Existen dietas muy restrictivas para perder peso aunque, afortunadamente, creo que esto cada vez está menos de moda. Sin duda el mejor consejo que puedo darte es que acudas a un buen nutricionista. Soy consciente de que uno puede perderse en el mundo de los macro y micronutrientes, aminoácidos, pre y post entrenos, ¡menudo lío! pero no es tan difícil comer bien. Si aún así no te aclaras y no logras conseguir lo que quieres, te insisto en que lo mejor siempre es consultar con un nutricionista deportivo: será tu mejor aliado si practicas algún deporte (que debería ser el caso de todos) y más si estás más enfocado al rendimiento físico y/o a alguna prueba en específico.
Hay muchas diferencias entre una persona y otra en este sentido: desde el peso, el estado hormonal (a las mujeres nos afecta muchísimo pero ya hablaré más adelante de eso), el objetivo que tengas (aumento de masa muscular, rendimiento, adelgazar, etc.), el tipo de deporte que practiques, sexo (hombre/mujer, no que lo practiques que también es importante jiji), edad, enfermedades o patologías previas … incluso la tolerancia que tengas a los carbohidratos y a otros alimentos, es importante para saber qué combustible te va mejor o peor. Por ello las dietas genéricas no valen de mucho. Tendrás a miles de compañeros del club de atletismo, del box, del gimnasio y de un montón de sitios más que te darán cientos de consejos pero recuerda que lo que les ha funcionado a los demás no tiene por qué valer contigo.
De nada vale que seas el más ágil del lugar o la más fuerte de tus amigas si no eres consecuente con tus hábitos de vida (y los mantienes en el tiempo, que nos conocemos). Por ello recuerda algunas ideas: