Tanto los corredores más avanzados como los que acaban de empezar tienen dificultades para adaptarse a correr en la oscuridad. Correr por la noche es un poco diferente, pero no significa que tengas que sacrificar tu forma física o tus objetivos de carrera si solo puedes correr cuando ya se ha ido el sol. Vamos a darte unos consejos para correr por la noche.
Con la preparación y el enfoque adecuados, puedes hacer que cualquier entrenamiento nocturno rivalice con su homólogo diurno.
Salir del trabajo a las 6 de la tarde y ver que ya ha oscurecido hace que correr por la noche sea todo un reto. Sólo los más comprometidos y centrados son capaces de mantener un alto nivel de forma física durante los meses de invierno.
Y, como veremos a continuación, correr en invierno suele requerir algunas compras adicionales para que sea seguro y cómodo. A fin de cuentas, es necesario estar 100% seguro de su capacidad para correr antes de dedicar tiempo y dinero a ello.
Puede que no sea la ruta más sexy para correr, pero la ruta más iluminada será tu apuesta más segura. No sólo los demás podrán verte (y viceversa), sino que tú podrás ver mejor por dónde corres.
No te compliques: En lugar de trazar una carrera de 16 kilómetros, considera la posibilidad de encontrar un recorrido de 8 kilómetros que puedas doblar. O mejor aún, un circuito de 3 kilómetros que puedas hacer tantas veces como sea necesario.
De este modo, te mantendrás cerca de casa en caso de que necesites/quieras parar, y te asegurarás de conocer al cien por cien cada rincón del camino. Lo mejor de todo es que puedes decirle a tu familia/amigos por dónde vas a correr y eso hará que te encuentren fácilmente en caso de emergencia.
Correr por la noche sin la ayuda de tus oídos aumenta drásticamente tus posibilidades de sufrir una lesión o un percance. Guarda la música para tu viaje al trabajo o para las ocasiones en que puedas salir a la luz del día.
Sin duda, los pasos más importantes en la transición a la carrera nocturna giran en torno a la seguridad personal. No vale la pena arriesgar la salud o el bienestar general por ningún entrenamiento.
Con una planificación adecuada, la carrera nocturna debería permitirte entrenar con un riesgo mínimo. He aquí algunos puntos de reflexión adicionales a tener en cuenta:
Aunque la mayoría de nosotros intentamos pasar desapercibidos, los corredores nocturnos no pueden permitírselo.
Los colores fuertes con material reflectante para captar los faros que pasan son imprescindibles. Añade unas cuantas luces estroboscópicas intermitentes (rojas para la espalda y blancas para la parte delantera) y te verán seguro.
Correr por la noche significa prepararse para temperaturas más bajas y la posibilidad de inclemencias del tiempo. Esencialmente, tendrás que disponer de una variedad de equipo garantizará tu comodidad y seguridad en el transcurso de cada carrera.
Preferiblemente una versión de peso medio, este chaleco con cremallera completa se asegurará de que te vean y te ayudará a mantener el calor. La cremallera te permite ajustar la temperatura interna, una característica muy agradable en caso de que tengas calor.
No es necesario, pero es un artículo muy bueno para cualquier runner. Te ayudará en la oscuridad, permitiéndote elegir el camino más seguro. También ayuda a la visibilidad. Los modelos más recientes son lo suficientemente ligeros como para engancharlos a tu gorra o visera sin que pesen mucho.
Similares a las que utilizan los ciclistas, estas sencillas luces son una forma barata y eficaz de hacer notar tu presencia. Recuerda mantener las luces intermitentes rojas en tu espalda y las blancas/claras en la parte delantera de tu cuerpo. Esto ayudará a los conductores y a los peatones a saber hacia dónde te diriges mucho antes de que puedan verte.
Además del equipo y la ruta adecuados, hay otras cosas que debes tener en cuenta para que tu experiencia de correr de noche merezca la pena. Desde el calentamiento hasta cuándo comer, disfruta de las siguientes ideas:
Lo más probable es que corras a la hora habitual de la cena. Si ese es el caso, asegúrate de tomar un tentempié sólido por la tarde para mantener tus niveles de glucógeno.
La mayoría de los atletas pueden pasar de la comida a la cena, pero esperar hasta justo antes de salir a correr para ingerir algunos carbohidratos es muy probable que le provoque algún malestar gástrico.
Lo ideal es pasar directamente de la carrera a una comida real, no a un batido de recuperación. Intenta incorporar algunas ayudas conocidas para la recuperación, incluyendo un alto contenido en proteínas procedentes de carnes magras o una fuente de lácteos.
Asegúrate de incluir unos cuantos vasos de agua con esta comida. Comer temprano es clave, ya que tu cuerpo no sólo necesita las calorías, sino que también necesita relajarse tanto del entrenamiento como de la comida.
Dado que la mayoría no tendrá mucho tiempo para hacer el calentamiento, considera las siguientes opciones.
En primer lugar, puedes añadir alguna actividad a tu rutina previa a la carrera, como volver a casa andando desde el trabajo o estar activo con tus hijos antes de que se sienten a cenar.
Esta actividad será suficiente para que, al menos, la sangre fluya, y debería ser suficiente para que los primeros minutos de tu carrera sean mucho más fáciles.
Tu otra opción es comprimir la parte principal de tu entrenamiento para permitir un comienzo más lento. Recuerda que no se trata sólo de tus músculos: tus ojos y tus oídos también tendrán que adaptarse a moverse durante la noche a la velocidad que vayas en tu carrera.