Pensamos que con una buena planificación de los entrenamientos y con cuidar un poco la alimentación es más que suficiente para estar bien pero… el descanso y la actitud que tenemos influye igual o más a la hora de tener un buen rendimiento deportivo y, por supuesto, a la hora de superar una lesión.
La mente es el arma más poderosa con la que contamos y controlarla en momentos difíciles no es sencillo.
Las sensaciones nocivas y una alimentación incorrecta pueden dañar nuestros órganos. Así como la preocupación se queda anclada en nuestro cerebro, el miedo puede afectar a riñones, los enfados al hígado y la angustia al estómago.
Gestionar bien estos sentimientos cuando algo no nos sale como queremos o deseamos debe ser parte de una buena base de nuestro entrenamiento.
Llevo haciendo deporte desde muy pequeña y no siempre he conseguido lo que he querido. Me he frustrado, lesionado, perdido pruebas que creía ganadas, me he esforzado mucho viendo cómo me adelantaban personas que yo creía menos preparadas, pero si algo he aprendido a lo largo de los años es que si uno se cae, se vuelve a levantar y hay que ser capaz de adaptarse a cualquier situación.
El esfuerzo y la constancia es sólo el medio para conseguir una meta, no hay más caminos. Pero ser positivo y mantenerse firme cuando no alcanzamos nuestra meta o simplemente ésta debe ser otra distinta, es la clave para tu bienestar físico y mental.
En esta época de confinamiento en la que nadie podía salir a la calle a hacer deporte, he hablado cada día con gente que estaba totalmente amargada por no poder salir a correr, montar en bici o levantar unos hierros… ¿de verdad es eso lo único que te motiva mentalmente a levantarte con energía cada mañana?. No caigas en ese error.
Ahora está muy de moda la palabra resiliencia (de hecho yo la llevo tatuada) pero creo que es clave y más en el mundo deportivo. No quiere decir que no tengamos días malos, que nuestro jefe no nos haya exprimido al máximo, que la apatía no nos quite las ganas de hacer deporte en un día nublado, que no tengamos un nuevo dolor que nos impide entrenar con la misma intensidad que ayer o que un maldito virus no haya dejado paralizada a la humanidad… quiere decir que de todo hay que aprender siempre: de cada lesión, de cada persona que nos cuenta su experiencia, de cada consejo.
Saber buscar alternativas a tus rutinas deportivas te ayudará como también lo hará el no tener sólo una pasión o afición. Tener la inquietud de aprender y mejorar cada día, dedicarte unos minutos de paz, calma y meditación y sonreír a pesar de que todo no nos salga como queremos, ayudará a tu cuerpo a estar en armonía con tu mente. Cada batalla perdida, cada dolor, cada frustración, cada virus del infierno… TODO ES UNA LECCIÓN.
En nuestra mano está o bien mandar esas señales negativas a cada uno de nuestros órganos o, cambiar la actitud, centrarnos en todo aquello que nos duele, asimilarlo como algo nuestro y temporal y sonreír un poco más. No te olvides nunca disfrutar del deporte de forma saludable y responsable contigo y con los demás.
Date tiempo, cuida tu mente y permítete redescubrirte cada día porque correr no es sólo una cuestión física sino también química y mental #atopepower