El deporte es salud, de eso no cabe duda. Sin embargo, cada día que salgo a correr, y no son pocos, me encuentro con historias que, lejos de sorprenderme, reafirman mi teoría de que no sabemos qué tipo de deporte estamos practicando.
Imagino que no vemos las orejas del lobo hasta que no nos damos de bruces con ellas y los runners que nunca se han lesionado, ya sean porque acaban de empezar o simplemente por genética (suerte la suya), cometen errores muy frecuentemente.
Según un estudio, se estima que alrededor del 75% de las lesiones que sufrimos al correr son causadas por fallos durante el entrenamiento. Esto, obviamente, es una gran noticia para los fisioterapeutas, pero muy mala para los corredores. Por lo que si podemos evitar caer en un par de semanas con la pata para arriba, mejor que mejor.
En este post, veremos cuáles son los 5 errores más comunes entre los corredores. Si crees que se me olvida alguno, te invito a que contactes conmigo a través del formulario de contacto.
Este es un error muy clásico de los corredores que se están iniciando en el mundo del running. Se trata, como no, de querer avanzar demasiado rápido.
Nuestra progresión durante los primeros entrenamientos es muy rápida. Es normal, ya que venimos (normalmente) desde cero sin practicar ningún tipo de deporte y la progresión tras unos días de entrenamientos, es exponencial.
Esta situación no hace otra cosa que dar alas al corredor. Pensamos que podemos convertirnos en el próximo Kipchoge si le dedicamos unos minutos más de tiempo a nuestro entrenamiento diario. Sin embargo, no somos conscientes que nuestro cuerpo aún se está adaptando a nuestra zancada y que necesita un proceso de adaptación a nuestra nueva forma de vida.
Es por ello, que en la fase inicial de nuestra carrera deportiva, debemos ser pacientes e ir progresando los tiempos de entrenamiento poco a poco, para evitar caer en un error de novato.
Lo ideal en estos casos, es que aumentes el kilometraje semanalmente y no día a día. Y es que ya sabes lo que dicen por ahí: la paciencia es la madre de todas las ciencia.
Otro error muy común entre los corredores que viene relacionado con el anterior punto, es el de querer ir demasiado rápido durante nuestros rodajes.
Al principio estamos eufóricos por nuestra progresión y creemos que el hecho de rodar más rápido en cada entrenamiento nos hará ponernos a la altura de los runners más avanzados.
Sin embargo, lo cierto es que nuestro cuerpo no puede permitirse estar cada día a tope. Necesita descansar, y aunque al principio, lo toleraremos, poco a poco iremos cayendo en un desgaste tanto físico como mental.
Lo ideal en estos casos es dejar dos o tres días para darle caña a nuestras sesiones. ¿Te suenan los días de series? Pues en tu planificación deberías tener días de series y días de rodajes tranquilos.
Este es un fallo que solemos cometer todos los runners, ya sean avanzados o principiantes. Es inevitable, ya que no tenemos un termómetro que nos dice cuántos kilómetros ni qué intensidad es la óptima tras un periodo donde hemos tenido que parar, ya sea forzosamente o por voluntad propia.
Las vacaciones, una lesión, un parón tras un maratón,… son situaciones donde tenemos que darle descanso al cuerpo. Es necesario.
Pero la vuelta nunca es fácil. Suele venir acompañada de una morriña inevitable para el corredor. Y aunque al principio lo cojamos con muchas ganas, no siempre es una buena noticia, ya que pensamos que nuestro rendimiento físico apenas se ha visto afectado por el parón.
Suele decirse que el running es posiblemente el deporte más agradecido que hay. Lo que le das, te lo devuelve. Lo que pasa es que también sucede al revés. Si no le das nada, no esperes recibir nada a cambio. Por lo que es ideal que empecemos poco a poco con nuestro kilometraje, empezando despacio e ir adaptando nuestra vuelta a los caminos de una manera progresiva. De esta manera, evitaremos el sobreentrenamiento y por supuesto, las temidas lesiones.
No son pocos los corredores que caen este error. Y es que todos caemos la tentación de al acabar nuestro rodaje, meternos directamente en la ducha y ya veremos después. Siempre inventamos una excusa: hace frío, hace calor, tengo sed, me duele la pierna,… El caso es que las excusas no juegan a nuestro favor. Nunca lo han hecho.
Durante el ejercicio, nuestros músculos se contraen de tal manera que llegan a acortarse lo suficiente como para que se vean sometidos a una tensión extra. Es por ello, que devolverlos a su estado original (pre entrenamiento) se nos antoje fundamental para que puedan recuperarse adecuadamente para el rodaje del día siguiente.
Recuerda que es fundamental estirar todo el cuerpo, y no sólo las piernas, ya que durante nuestro entreno, estaremos ejercitando todo el cuerpo.
Este es un error de bulto entre los runners. Si estás empezando como si no, lo cierto es que debes saber que las zapatillas tienen una vida útil de unos 700 – 800 kilómetros. Esto es una media, por supuesto, dado que dependerá mucho del tipo de zapatilla que tengamos. Para que te hagas una idea, las que menos kilómetros nos van a durar son las voladoras, ya que tienen menos amortiguación, y las que más, las que utilizaremos para nuestros rodajes lentos.
A lo que iba. Acumular muchos km en nuestras zapatillas hará que la amortiguación de éstas, se pierdan. Esto supone que nuestras articulaciones recibirá todo el impacto de la pisada, elevando así la probabilidad de lesión en ellas.
Muchos runners para evitar sobrepasar los kilómetros de las zapatillas, lo que hacen es anotar qué entrenamientos han hecho con cada zapatilla. De hecho aplicaciones como Strava o Garmin, tienen la posibilidad de incluirlo de una manera fácil y rápida.
Cometer errores en el running es normal. Al igual que sucede con nuestra vida, tenemos que cometerlos para darnos cuenta de la realidad.
Por mucho que ponga aquí los fallos más frecuentes de los corredores, lo cierto es que seguiremos cometiéndolos. No pasa nada. Es normal. Pero al menos quedan escritos para que a medida que vayamos cogiendo experiencia, los vayamos aplicando a nuestra carrera deportiva.